Queridos amigos:
Se acerca la Cuaresma, tiempo de gracia y conversión. Os animo a vivir intensamente estos días. Pienso que puede ser una hermosa ocasión de dar testimonio público de nuestra fe. Para ello no tenemos que hacer nada extraño, pero sí que podríamos atrevernos a llevar un signo externo de nuestro amor por el Señor que suscite a los demás un interrogante. Llevar una cruz por fuera, una pulsera con el rosario, poner de fondo de pantalla una imagen de Jesús, tener un marcapáginas de la parroquia, poner alguna estampa en la funda del móvil… Algún signo que manifieste a los demás aquello que creemos, que nos dé la oportunidad de ser luz y sal, de despertar preguntas a los demás. Dios nos conceda ser valientes y no avergonzarnos de nuestra fe. Estamos en un tiempo en que es necesario que demos testimonio a un mundo que no quiere escuchar. Es difícil, pero, si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?
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Parroquia Virgen del Castillo, San Isidoro y San Pedro Claver 