Primera carta de nuestro párroco

Queridos feligreses:

Este es ya mi quinto año entre vosotros, y me he decidido este año a escribiros una breve carta de vez en cuando. El año pasado hicimos una encuesta para medir la “salud parroquial”, y los resultados fueron más que satisfactorios. Un 80 % del total de los 166 encuestados asegurasteis estar muy satisfechos con la parroquia, y casi el otro 20% estar satisfechos. Un 85% contestasteis que gracias a vuestra fe habíais podido perdonar a alguien en vuestra vida, lo cual es un índice muy alto de incidencia de la espiritualidad en la vida cotidiana.

Yo particularmente me encuentro muy a gusto en nuestras parroquias y estoy muy satisfecho con cada uno de vosotros, especialmente con los que más os implicáis en las tareas parroquiales. Gracias por vuestro testimonio, que da sentido a mi sacerdocio.

En esta carta solo quiero hacer hincapié en un aspecto, que quizá a muchos os pueda parecer sorprendente… Se trata de la limpieza. El templo es la casa de Dios, y la casa de muchos de nosotros. Pero a la hora de limpiarlo… nos cuesta encontrar manos. Esto me hace pensar cómo la fe se manifiesta como más real cuando nos “manchamos las manos”. Una madre no demuestra a su hijo que le quiere diciéndoselo, sino cambiándole los pañales. Un padre no demuestra a su hijo que le quiere dándole besos, sino ayudándole en la aburrida tarea de los deberes. Así también, un signo de amor a Dios es implicarse en ensuciarse las manos para que nuestra casa esté limpia. Jesús no tuvo reparo en arrodillarse ante sus discípulos para lavarles los pies. ¿Tendremos nosotros reparo en dedicar apenas una hora mensual a limpiar su casa?

Por ello os invito a que a través del correo electrónico de la parroquia o del Whatsapp parroquial podáis pasarnos vuestro número de teléfono para poder contactar con vosotros cuando llegue el momento de limpiar el templo. Y los que ya recibís estas convocatorias… ¡animaos! No creo que a nadie le guste limpiar. Pero precisamente cuando hacemos lo que no nos gusta, eso es muestra de un amor más grande.

Rezo por todos vosotros.

Jesús María Silva Castignani +

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s